María Rosario Carrasco Patzi
Tiahuanaco (Tiwanaku) es una
antigua ciudad arqueológica ubicada en el departamento de La Paz, Bolivia a 15
Km., al sudeste del lago Titicaca. Está compuesta por siete construcciones
arquitectónicas importantes: Kalasasaya, Templete Semi-subterráneo, Pirámide de
Akapana, Puerta del Sol y Puma Punku. También la magnificencia de su cultura se
refleja en su excelente obra cerámica con los famosos queros (vasos
ceremoniales), los huaco-retratos (retrato tridimensional de un rostro humano
en una vasija) así como los textiles y sobre todo en las construcciones
arquitectónicas, muchas de las cuales poseen orientación astronómica.
LA PUERTA DEL SOL
Este monumento de Tiahuanaco
(Tiwanaku) es conocido a nivel mundial como la mayor muestra del grado de
perfección que alcanzó la cultura, tanto por el arte, como por la simbología
que atesoran sus bajos relieves.
Este hermoso portal lítico, tiene
3 metros de alto, 4 metros de ancho trabajado en un solo bloque de piedra
andesita de aproximadamente 10 Tn., de
peso, siendo parte del Kalasasaya, donde existen
varias piezas del mismo material de esta puerta.
La Puerta del Sol es la obra más
significativa de Tiahuanaco. En su decoración sobresale la figura principal de
un personaje en alto relieve denominado "Señor de los báculos",
alrededor de éste se encuentran 48 figuras en bajo relieve representando seres
alados y hombres arrodillados. También destacan los "trompeteros"
debajo de los seres alados; existen teorías que afirman que estos trompeteros
marcan los movimientos solares, por lo que la puerta del sol sería un
calendario solar.
PUERTA DE LA LUNA
La puerta de la luna es un monumento de 2.23 metros de alto, esculpido en piedra andesita. Los motivos que presenta son zoomorfos similares a los de la Puerta del Sol, pero con cabeza de puma y boca de pez, y no cabezas de aves como en la portada del sol.
PIRÁMIDE DE AKAPANA
Akapana es una imponente estructura
piramidal que en su cima, de acuerdo a las crónicas, existían bellas
edificaciones como ser, un templete semisubterráneo que habría tenido una
planta cruciforme escalonada a la manera de una cruz andina.
El acceso principal a este
monumento se halla ubicado al oeste, donde existían –sobre pedestales– piezas
esculpidas en basalto negro del famoso "hombre puma" denominado
también "chachapuma".
KALASASAYA
Templo de las “Piedras Paradas”,
tiene un diseño vinculado con la astrología en donde se verificaban con
exactitud los cambios de estaciones y el año solar de 365 días. En ambos
equinoccios (otoño: 21 de marzo y primavera: 21 de septiembre) el sol nacía por
el centro de la puerta principal de ingreso, a la que se accede por una
magnífica escalinata. En el solsticio de invierno (21 de junio) lo hacía en el
ángulo murario N.E. y en el solsticio de verano (21 de diciembre) se marcaba
por el ascenso en el ángulo murario S.E. Este muro es conocido como "pared
balconera" o "chunchukala". Esta exactitud es un ejemplo del
avance científico y técnico de la cultura Tiahuanaco.
El Templo de las Piedras Paradas
cubre aproximadamente dos hectáreas y su estructura está basada en columnas de
arenisca y sillares cortados, dispuestos entre éstos, sobresalen gárgolas o
goteros de desagüe.
En Kalasasaya existen tres
importantes esculturas: la Estela Ocho (Ponce), el monolito Fraile y la Puerta del Sol. En el monolito
Ponce se aprecian finos grabados iconográficos como hombres alados, peces,
cabezas de puma o de camélidos, cóndores, águilas, símbolos escalonados; en el
más puro arte tiwanakota. La estela "El Fraile" no está adornada, es
una pieza labrada en arenisca veteada, mostrando un enigmático personaje que
lleva un báculo y un quero en las manos; porta una faja ventral donde se
aprecian algunas huellas en relieve de cangrejos.
TEMPLETE SEMISUBTERRÁNEO.
Ésta es una de las más acabadas
realizaciones arquitectónicas de la época de esplendor de Tiahuanaco. Se halla
a más de 2 metros por debajo del nivel del área circundante, de planta casi
cuadrangular, está conformada por muros con 57 pilares sustentantes de arenisca
roja y sillares del mismo material. Estos muros están adornados interiormente
por 175 cabezas enclavadas, en su mayoría trabajadas en piedra caliza. Todas las
cabezas son diferentes entre sí, mostrando rasgos de diversas etnias.
Se debe destacar, en este
templete, el sistema de drenaje, elaborado mediante canales hechos en piedra,
con un perfecto declive del 2% que aún funciona en la actualidad, y que desembocan
en un recolector.